domingo, 16 de mayo de 2010

AMLO, “Seamos rebeldes ante la opresión y la ignominia”.





Ante a la decadencia actual, urge la organización ciudadana, la transformación, única salida para México.


El momento que estamos viviendo como país no es una simple crisis, es una verdadera decadencia que abarca todos los órdenes de la vida nacional. En 27 años se desmanteló la economía, no ha habido crecimiento ni bienestar social; hoy atestiguamos la demolición de las instituciones, la corrupción de la clase política, la crisis de las instituciones y una descomposición social nunca antes vista. A partir de esa premisa, Andrés Manuel López Obrador sostiene que el cambio que requiere México no sólo es político y económico, también debe ser social, cultural y de valores. El Presidente Legítimo, advirtió que no se encontrará una salida a la tragedia actual ni como pueblo ni como nación, si persiste la política económica neoliberal que sólo ha favorecido a las grandes empresas y a la gente más rica del país. Por ejemplo, explicó, “mientras la mayoría de los mexicanos están inmersos en una crisis económica, pérdida de empleos, caída de las remesas, y crece la violencia y la inseguridad en todo el territorio nacional, en 2009 los banqueros obtuvieron ganancias hasta por 50 mil millones de pesos. En el peor año económico para millones, Carlos Slim, el hombre más rico del mundo según la revista Forbes, aumentó su riqueza en casi 20 mil millones de dólares.

El verdadero cambio no vendrá de arriba –aseguró López Obrador, quien recorre el país para impulsar comités de base–, sólo podrá llevarse a cabo con una participación ciudadana que democratice las estructuras públicas y deje de alimentar a los potentados y a sus monopolios. Este régimen de opresión, de corrupción y privilegios, no tiene ninguna posibilidad de mejoría para los mexicanos..

El plan de Calderón falló y la violencia se ha desbordado; 18 mil muertos son prueba de ello. Deben atenderse las causas que originan la inseguridad, como la falta de bienestar y de fuentes de trabajo. Estos años ha caído la inversión en educación y desarrollo social, mientras el gobierno gasta millones en seguridad y en publicidad. Andrés Manuel López Obrador llamó a extender la organización ciudadana en todo el país para convencer a más mexicanos de que la hora de la nación ya llegó. En 2012 se van a confrontar dos proyectos: uno, el que representan el PRI y el PAN, dirigido por los barones del dinero; y el otro, que representa las aspiraciones de millones de mexicanos que están convencidos de que la cita con la historia debe ser asumida con responsabilidad, porque es urgente la transformación nacional.



La construcción del poder social comienza en la familia.


Los miembros del movimiento ciudadano, los individuos con conciencia, inician la construcción del poder social edificando un hogar seguro, sano y autosuficiente. Por ello, comparten con muchos otros hogares una misma “micro-política doméstica”. Ello se logra mediante la implementación de acciones en relación a la alimentación, la salud, la vivienda, el agua, la energía y el ahorro y el crédito, todo lo cual surge, a su vez, de la toma de conciencia, ecológica y social, de los miembros de la familia, de un cambio de actitudes, y en fin de la adopción de una nueva “filosofía de la vida”. Veamos el caso de la alimentación. Se trata de que el hogar alcance, donde le sea posible, el auto-abasto de alimentos sanos, nutritivos y producidos bajo esquemas ecológicamente adecuados (agricultura orgánica, ecológica o sustentable) y/o la obtención de aquellos en redes y mercados o tianguis solidarios, justos y orgánicos. Hoy, tenemos ya cientos o miles de experiencias donde la familia obtiene parte, o casi todos los alimentos de su propio hogar. Para ello hay que invitar a que quienes ya lo hacen enseñen en las Casas del Movimiento esas prácticas, técnicas y modalidades que por lo común son sencillas, fáciles de hacer y baratas. El hogar debe buscar también la autosuficiencia en agua y energía, lo cual implica la adopción de tecnologías como las hélices eólicas o aerogeneradores, el uso de calentadores solares y la captación de agua de lluvia. ¿Se imaginan un hogar donde ya no hay que pagar luz, gas ni agua? La vivienda debe también estar construida con materiales locales, no tóxicos y producidos bajo fórmulas ecológicamente correctas. Finalmente, la salud se alcanza mediante la acción conjunta del consumo de alimentos sanos, materiales no tóxicos, agua limpia, adecuados dispositivos sanitarios, y el empleo tanto de la medicina industrializada o convencional como de las medicinas llamadas alternativas (homeopatía, acupuntura, herbolaria, etc.). Similarmente se debe tener información para ser un consumidor responsable, pues por desgracia el comercio está lleno de alimentos tóxicos o no nutritivos, productos mal hechos, medicamentos caros, etcétera. Hoy, millones de ciudadanos en México y en el mundo, ya comenzaron a construir su poder doméstico que es la forma más obvia y directa de construir el poder social, y la manera más efectiva de enfrentar las amenazas a la supervivencia provocadas por el monstruo industrial (contaminación de alimentos, agua y aire, fin del petróleo, cambio climático, crisis financiera). Ello hace del Movimiento Ciudadano un proceso en acción permanente, que dota a sus miembros de elementos que lo protegen y lo hacen más resistente…para la hora de votar y defender su voto. En una próxima colaboración hablaremos de cómo los hogares se organizan y pasan a una fase superior de resistencia.



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