jueves, 18 de febrero de 2010

Calderón y sus amigos del PRI y del PAN.




El gobierno de Calderón y sus amigos del PRI y del PAN aumentaron las gasolinas, el diesel, el gas, la luz, los impuestos y tarifas. De inmediato se desató un alza generalizada de precios en todos los productos y servicios.
LOS NUEVOS IMPUESTOS: 16% al IVA; 4% más en servicios de telecomunicaciones (Internet, telefonía celular y televisión por cable); 3% por depósitos en efectivo desde $15,000 pesos; el Impuesto Sobre la Renta (ISR) subió de 28% a 30%. Amén de los incrementos a los cigarros (80 centavos), las cervezas (28%), a los sorteos y apuestas (30%) ADEMÁS, nos recetaron el gasolinazo: el incremento de gasolinas, gas, diesel y electricidad. Ahora la gasolina Magna cuesta 7.88 pesos por litro; la Premium, 9.66; el diesel 8.24 pesos por litro; y el gas licuado (de mayor consumo doméstico) 9.31 pesos el kilogramo. Y quieren aumentarlos más. La electricidad se incrementó hasta en 20%. En cambio el salario mínimo apenas aumentó en 2.58 pesos diarios, el equivalente a 250 gramos de tortillas.
En tres años el salario ha perdido 40% de su poder de compra.
Si en 2006 con un salario mínimo se podían comprar 8 kilos de tortilla, ahora apenas cinco kilos. Y el costo de los alimentos y de la canasta básica ha crecido en más de 50 por ciento.
Las grandes empresas no pagan impuestos
En 2008, los 400 grupos empresariales más importantes del país que obtuvieron ganancias por 5 billones de pesos, la mitad de la riqueza producida en el país (50% del PIB), pero sólo pagaron 1.78% de impuestos. En proporción, un trabajador asalariado paga 1, 500 % más de impuestos.
Bimbo, Telmex, Televisa, Wallmart, Coca Cola, Cemex, Kimberly Clark, Maseca, Bachoco, Electra, Iusacel, Comercial Mexicana, Palacio de Hierro, no pagan impuestos o se los devuelven.
En 2005, 50 grandes contribuyentes apenas pagaron 74 pesos cada uno, en promedio. Esto lo reconoció Calderón pero no hizo nada.
Si tan sólo las grandes empresas pagaran sus deudas fiscales (460 mil millones de pesos) no habría necesidad de aumentar impuestos, ni de subir la gasolina, ni el diesel ni la electricidad.










NO TE DEJES ENGAÑAR


La verdad, sí hay de otra, sí hay alternativa.
El Movimiento que desde octubre de 2009 propuso al Congreso dos medidas sencillas para evitar los aumentos que afectan a la población: Reducir el gasto superfluo del gobierno y los privilegios de la alta burocracia; y obligar a las grandes empresas a pagar los impuestos que ordena la ley.
Propuesta alternativa para evitar alzas.
Si la crisis provocó un faltante en el erario público de 360 mil millones de pesos, para cubrirlo, se propone reducir 50% los salarios y los privilegios de los altos funcionarios públicos (atención médica privada, cajas de ahorro especiales, bonos extraordinarios, compensaciones, renta de equipo, aviones y vehículos, pensiones a ex presidentes). De esos ahorros se obtendrían 200 mil millones de pesos.
También planteó aplicar la ley para acabar con los privilegios fiscales de las grandes empresas que no pagan impuestos. De ahí se sacarían otros 300 mil millones de pesos.
De esta manera se hubiera resuelto la crisis de las finanzas públicas sin contratar más deuda y sin elevar impuestos ni los precios de bienes y servicios. Es decir, sin causar más sufrimiento a la gente.
Además, sobrarían 140 mil millones de pesos para apoyar a pequeñas y medianas empresas, a campesinos e indígenas; el gasto en educación y salud, incluso para saldar la deuda con los ex braceros que se les deben desde 1964.
La solución es sencilla:
¡QUE SE BAJEN SUS SUELDOS LOS ALTOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS!
¡QUE LAS GRANDES EMPRESAS PAGUEN LOS IMPUESTOS QUE TIENEN QUE PAGAR!







Cómo defender la economía de tu familia.




A través de la televisión y de los principales medios de comunicación, la minoría que mal gobierna quiere convencer a la población de que no hay de otra, que aumentar los impuestos, combustibles y servicios porque no hay dinero.
Cómo defender la economía de tu familia.
Son tiempos difíciles pero no podemos quedarnos cruzados de brazos. Los actuales gobernantes no harán nada en beneficio de la población, porque sólo sirven a una minoría. Debemos ser los ciudadanos los que tomemos medidas para frenar la carestía, proteger el empleo y luchar contra los altos precios de bienes y servicios, la usura de los bancos, los cobros indebidos y otros abusos.
Estamos convencidos de que el único camino para salvar a México del derrumbe neoliberal es la organización de los ciudadanos para transformar el país. Somos miles de hombres y mujeres libres que nos esforzamos para hacer valer la democracia, la justicia y la libertad.
Hay que superar el individualismo. Debemos organizarnos entre vecinos, amigos y familiares, en nuestros pueblos, colonias y barrios, en el trabajo y en la escuela. Entre todos podemos ayudarnos a sortear mejor la situación y a buscar salidas colectivas a los problemas comunes.
El Movimiento en Defensa de la Economía Popular promueve la organización ciudadana para defender la economía familiar y los derechos de la población, sobre todo de los más pobres. Además de las propuestas en el Congreso y de las movilizaciones contra la política económica del gobierno, los Comités del Gobierno Legítimo y las Casas del Movimiento llevan a cabo labores de información y de organización de base.
Las Casas del Movimiento son un espacio para promover la defensa de la economía de las familias, deudores, consumidores, trabajadores, campesinos, estudiantes. También impulsan acciones de solidaridad y ayuda mutua. En las Casas se denuncia y se ayuda a organizar a los afectados por cobros excesivos de agua, luz, predial, deudas por tarjetas de crédito, hipotecarias, Infonavit y otros abusos de autoridades y de grandes empresas.



Acude a la Casa del Movimiento más cercana (hay casas en todo el país, busca su ubicación en Internet: casasdelmovimiento.blogspot.com)

RESCATE DEL ESTADO.


De acuerdo con el artículo 39 de la Constitución, el Estado se instituyó por voluntad del pueblo mexicano para que lo representara ante las naciones, para que gobernara a su sociedad buscando las condiciones en las que cada uno de sus integrantes tuviera plena libertad para dedicarse a la ocupación que le conviniera, garantizando sus derechos, organizando la convivencia social, administrando los bienes comunes de la nación para dar sustento a aquellas actividades individuales o colectivas y para que se ocupara de su defensa y protección ante amenazas venidas de dentro o de fuera a la seguridad de la nación mexicana.
Ese Estado es definido en el artículo 40 como una república representativa, democrática y federal. Es un Estado fundado para todos los mexicanos y no para algunos de ellos o para un grupo entre ellos. El 39 puntualiza que todo poder público se instituye para beneficio del pueblo, vale decir, para todos sus integrantes. Cuando un Estado no es eso sino un poder puesto al servicio de unos cuantos no sólo deja de ser Estado, sino que se convierte en una maquinaria de opresión y violencia en contra de la sociedad y su pueblo para mantener el dominio de los privilegios particulares sobre el bienestar y los intereses de todos los demás.
A eso se llama oligarquía y constituye un régimen político en el que el poder del Estado y la riqueza social se concentra en unos pocos, con exclusión del resto de la sociedad. Fue por eso que Andrés Manuel López Obrador propuso diez puntos que el gran movimiento cívico que él encabeza se fija como objetivos en su lucha por transformar al Estado y volverlo un Estado de todos y a través de él remover los privilegios y las injusticias que este Estado oligárquico ha impuesto y defiende a sangre y fuego. En el primer punto llama al rescate del Estado para ponerlo nuevamente al servicio de la nación mexicana.
No quiero decir que en algún momento hayamos tenido un Estado de verdad identificado con los intereses nacionales, de todos, pero antes de 1982 por lo menos se sostenían incólumes, a pesar del régimen autoritario priísta, algunos de los grandes principios que hacían del Estado un poder al servicio de la sociedad. Se mantuvo la política agraria, aunque yendo siempre hacia callejones sin salida, por falta de convicción y por ineptitud; el Estado definía muy bien el patrimonio de la nación y, aunque lo daba de muchas maneras al saqueo de los privados, era defendido por los gobernantes, evitando abusos de privilegiados; se mantuvo la política social en los campos educativo, de salud y de asistencia. Todo eso se acabó.
A partir del inicio del gobierno de De la Madrid, el patrimonio de la nación administrado por el Estado fue rematado a los privados, muchos de ellos extranjeros, se concentró el poder económico del Estado para hacer florecer la riqueza de unos cuantos, no sólo mediante la adquisición a precio de ganga de los bienes públicos, sino exentándolos de sus obligaciones para con el erario (muchas de las grandes fortunas son fruto de la falta de pago de impuestos) y convirtiendo el latrocinio y el tráfico de influencias en los métodos normales de hacer negocios. El resultado está a la vista; un desarrollo económico ferozmente desigual y la pobreza y la miseria de todos los sectores populares, en especial de las clases medias, cada vez más extendidas y consolidadas.
Esa es la razón por la cual López Obrador llamó a rescatar al Estado, para devolverlo a la nación, a sus ciudadanos, a su pueblo y deje de ser esa maquinaria de dominación que todo lo avasalla para hacer más ricos y poderosos a unos cuatrocientos grupos empresariales y oligárquicos. La reforma del Estado a que está convocando nuestro movimiento busca hacer de nuevo del Estado mexicano un Estado que se debe a todos sus ciudadanos y no sólo a unos cuantos oligarcas.





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