domingo, 3 de abril de 2011

Lo mejor y más inteligente



Ayer, por razones de espacio y tiempo, no dije una palabra del discurso pronunciado por Barack Obama el lunes 28 sobre la guerra de Libia. Disponía de una copia de la versión oficial, suministrada a la prensa por el Gobierno de Estados Unidos. Tenía subrayadas algunas de las cosas que afirmó. Volví a revisarlo y llegué a la conclusión de que no valía la pena gastar demasiado papel en el asunto.

Recordaba lo que me contó Carter cuando nos visitó en el 2002 sobre el cultivo de los bosques en Estados Unidos; pues él posee una plantación familiar en el Estado de Georgia. En esta visita le pregunté otra vez sobre aquel cultivo y me volvió a expresar que siembra las plantas de pino a la distancia de 3 por 2 metros, que equivalen a 1 700 árboles por hectárea, y se cosechan al cabo de 25 años.

Hace muchos años leí que The New York Times, en una edición dominical, consumía el papel extraído de la tala de 40 hectáreas de bosque. Se explica, por tanto, mi preocupación por el ahorro de papel.

Desde luego, Obama es excelente articulador de palabras y frases. Podría ganarse la vida escribiendo historietas para niños. Conozco su estilo porque lo primero que leí y subrayé, mucho antes de que asumiera la presidencia, fue un libro titulado “Los sueños de mi padre”. Lo hice con respeto y, al menos, pude apreciar que su autor sabía escoger la palabra precisa y la frase adecuada para ganar la simpatía de los lectores.

Confieso que no me gustó su táctica de suspense, ocultando sus propias ideas políticas hasta el final. Hice un especial esfuerzo por no escudriñar en el último capítulo lo que opinaba sobre diversos problemas, a mi juicio cruciales en este momento de la historia humana. Tenía la seguridad de que la profunda crisis económica, el colosal gasto militar, y la sangre joven derramada por su predecesor republicano, lo ayudarían a derrotar a su adversario electoral, pese a los enormes prejuicios raciales de la sociedad norteamericana. Estaba consciente de los riesgos que corría de que lo eliminaran físicamente.

Por obvias razones de politiquería tradicional buscó, antes de las elecciones, el respaldo de los votos de los anticubanos de Miami, en su mayoría dirigidos por gente de origen batistiano y reaccionaria, que convirtieron a Estados Unidos en una república bananera, donde el fraude electoral determinó nada menos que el triunfo de W. Bush en el 2000, lanzando al basurero a un futuro Premio Nobel: Al Gore, Vicepresidente de Clinton y aspirante a la presidencia.
Un elemental sentido de justicia habría llevado al Presidente Obama a rectificar las consecuencias del infame juicio que condujo al inhumano, cruel, y especialmente injusto encarcelamiento de los cinco patriotas cubanos.

Su Mensaje a la Unión, sus discursos en Brasil, Chile y El Salvador, y la guerra de la OTAN en Libia, me obligaron a subrayar, más que su propia autobiografía, el mencionado discurso.

¿Qué es lo peor de ese pronunciamiento y cómo explicar las aproximadamente 2 500 palabras que contiene la versión oficial?

Desde el punto de vista interno, su falta total de realismo coloca a su feliz autor en manos de sus peores adversarios, quienes desean humillarlo y vengarse de su victoria electoral en noviembre de 2008. No les basta todavía con el castigo a que lo sometieron a finales de 2010.

Desde el punto de vista externo, el mundo tomó más conciencia de lo que significan para muchos pueblos el Consejo de Seguridad, la OTAN y el imperialismo yanki.

Para ser tan breve como prometí, les explico que Obama comenzó su discurso afirmando que desempeñaba su papel “deteniendo la fuerza del Talibán en Afganistán y persiguiendo a Al-Qaeda por todo el planeta”.

De inmediato añade que: “Durante generaciones, los Estados Unidos de América han desempeñado un papel singular como pilar de la seguridad mundial y como defensor de la libertad humana”.

Esto es algo de lo cual, como los lectores conocen, los cubanos, los latinoamericanos, los vietnamitas y otros muchos, podemos dar constancia de su veracidad.

Después de esta solemne declaración de fe, Obama invierte una buena parte del tiempo en hablar de Gaddafi, sus horrores y las razones por las cuales Estados Unidos y sus aliados más cercanos: “-Reino Unido, Francia, Canadá, Dinamarca, Noruega, Italia, España, Grecia y Turquía- países que han luchado junto a nosotros durante decenios. [...] han elegido cumplir con su responsabilidad de defender al pueblo libio.”

Más adelante añade: “…la OTAN, ha tomado el mando para imponer el embargo de armas y la zona de exclusión aérea.”

Confirma los objetivos de la decisión “Como resultado de la transferencia a una coalición más amplia, centrada en la OTAN, el riesgo y costo de esta operación -para nuestro ejército y para el contribuyente estadounidense– se reducirá significativamente.

“Por ende, para aquellos que dudaron de nuestra capacidad para llevar a cabo esta operación, quiero dejar algo claro: Estados Unidos hizo lo que dije que haríamos.”

Vuelve a sus obsesiones sobre Gaddafi y las contradicciones que agitan su mente: “Gaddafi no ha abandonado el poder y, mientras no lo haga, Libia continuará siendo un peligro.”

“Es cierto que Estados Unidos no puede emplear a nuestro ejército donde quiera que haya represión y, dado los riesgos y el costo de una intervención, siempre debemos hacer un balance entre nuestros intereses y la necesidad de actuar.”

“La tarea que di a nuestras tropas (de) -proteger al pueblo libio [...] cuenta con el apoyo internacional y está respaldada por un mandato de las Naciones Unidas.”

Las obsesiones se reiteran una y otra vez: “Si tratáramos de derrocar a Gaddafi por la fuerza, nuestra coalición se rompería. Tendríamos [...] que enviar tropas estadounidenses al terreno para cumplir esa misión o arriesgarnos a la posibilidad de matar muchos civiles con los ataques aéreos.”

“…tenemos esperanzas en el futuro de Irak, pero el cambio de régimen allí tomó ocho años y costó miles de vidas estadounidenses e iraquíes y casi 3 millones de millones de dólares.”

Días después de iniciados los bombardeos de la OTAN comenzó a divulgarse la noticia de que un cazabombardero norteamericano había sido derribado. Después se conoció, por alguna fuente, que era cierto. Algunos campesinos al ver bajar un paracaídas, hicieron lo que por tradición hacen en América Latina: fueron a ver; y si alguien lo necesita, lo auxilian. Nadie podía saber cómo pensaban. Con seguridad eran musulmanes, estaban haciendo producir la tierra y no podían ser partidarios de los bombardeos. Un helicóptero que apareció repentinamente para rescatar al piloto disparó contra los campesinos, hirió gravemente a uno de ellos, y de milagro no los mató a todos. Como el mundo conoce, los árabes, por tradición, son hospitalarios con sus enemigos, los alojan en sus propias casas, y se ponen de espalda para no ver el camino que siguen. Incluso un cobarde o un traidor no significaría nunca el espíritu de una clase social.
Solo a Obama se le podía ocurrir la peregrina teoría que incluyó en su discurso, como puede apreciarse en el siguiente fragmento:

“Sin embargo, habrá ocasiones en las que nuestra seguridad no estará amenazada directamente, pero sí nuestros intereses y valores. [...] sabemos que a los Estados Unidos, como la nación más poderosa del mundo, se le pedirá ayuda con frecuencia.
“En esos casos, no debemos tener miedo de actuar, pero el peso de las acciones no debe recaer solamente sobre los Estados Unidos. Como lo hemos hecho en Libia, nuestra tarea es entonces movilizar a la comunidad internacional para emprender una acción colectiva.”
“Este es el tipo de liderazgo que hemos mostrado en Libia. Por supuesto, incluso cuando actuemos como parte de una coalición, los riesgos de cualquier acción militar serán elevados. Esos riesgos se apreciaron cuando uno de nuestros aviones sufrió una avería mientras sobrevolaba Libia. Incluso cuando uno de nuestros aviadores se lanzó en paracaídas, en un país cuyo líder ha satanizado con tanta frecuencia a los Estados Unidos, en una región que tiene una historia tan difícil con nuestro país, este estadounidense no encontró enemigos. En lugar de ello, fue recibido por personas que lo estrecharon entre sus brazos. Un joven libio que vino en su ayuda expresó: ‘Somos tus amigos. Estamos tan agradecidos de esos hombres que están protegiendo los cielos’.”
“Esta voz es sólo una entre muchas en una región donde la nueva generación se opone que se le continúen negando sus derechos y oportunidades.”
“Aún así, este cambio provocará que el mundo sea más complicado durante un tiempo. El progreso será desigual y el cambio llegará de un modo muy distinto a diferentes países. Existen lugares, como Egipto, donde este cambio nos inspirará e infundirá nuestras esperanzas.”

Todo el mundo conoce que Mubarak fue aliado de Estados Unidos, y cuando Obama visitó la Universidad de El Cairo, en junio de 2009, no podía ignorar las decenas de miles de millones de dólares sustraídos por aquel en Egipto.
Continuó con el emotivo relato:

“…acogemos con beneplácito el hecho de que la historia esté en marcha en el Oriente Medio y el Norte de África, y que los jóvenes estén a la vanguardia. Por que en cualquier lugar donde las personas anhelen ser libres, encontrarán un amigo en los Estados Unidos. A la larga, es esa fe, son esos ideales, los que constituyen el verdadero indicador del liderazgo estadounidense.”
“…nuestra fortaleza en el exterior se sustenta en nuestra fortaleza nacional. Esta siempre debe ser nuestra estrella polar, la capacidad de nuestro pueblo de alcanzar su potencial, adoptar decisiones inteligentes con nuestros recursos, incrementar la prosperidad que actúa como fuente de nuestro poder, y enarbolar los valores que apreciamos tanto.”
“Miremos hacia el futuro con confianza y esperanza, no sólo en nuestro propio país, sino también en todos aquellos que tienen ansias de libertad en todo el mundo.”

La espectacular historieta me hizo recordar al Tea Party, al senador Bob Menéndez y a la ilustre Ileana Ros, la loba feroz que desafiaba las leyes para mantener secuestrado al niño cubano Elián González. Ella es hoy nada menos que Jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Gaddafi no se cansa de repetir que Al-Qaeda le hace la guerra y envía combatientes contra el gobierno de Libia, porque él apoyó la guerra antiterrorista de Bush.

Aquella organización tuvo en el pasado excelentes relaciones con los servicios de inteligencia norteamericanos en la lucha contra lo soviéticos en Afganistán, y posee sobrada experiencia sobre los métodos de trabajo de la CIA.

¿Qué ocurrirá si las denuncias de Gaddafi fuesen ciertas? ¿Cómo explicaría Obama al pueblo norteamericano que una parte de esas armas de combate terrestre cayeran en manos de los hombres de Bin Laden?

¿No habría sido mejor y más inteligente haber luchado para promover la paz y no la guerra en Libia?



Fidel Castro Ruz

Marzo 31 de 2011

7 y 58 p.m.


El desastre de Japón y la visita de un amigo


Hoy tuve el gusto de saludar a Jimmy Carter, quien fue Presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981 y el único, a mi juicio, con suficiente serenidad y valor para abordar el tema de las relaciones de su país con Cuba.

Carter hizo lo que pudo para reducir las tensiones internacionales y promover la creación de las oficinas de intereses de Cuba y Estados Unidos. Su administración fue la única que dio algunos pasos para atenuar el criminal bloqueo impuesto a nuestro pueblo.

Las circunstancias no eran ciertamente propicias en nuestro complejo mundo. La existencia de un país verdaderamente libre y soberano en nuestro hemisferio no se conciliaba con las ideas de la extrema derecha fascista de Estados Unidos, que se las arregló para hacer fracasar los propósitos del Presidente Carter, que lo hicieron acreedor del Premio Nobel de la Paz. Nadie se lo obsequió gratuitamente.

La Revolución apreció siempre su gesto valiente. En el año 2002 lo recibió calurosamente. Ahora le reiteró su respeto y aprecio.

¿Podrá realmente la oligarquía que gobierna esa superpotencia renunciar a su afán insaciable de imponer su voluntad al resto del mundo? ¿Podrá hacer honor a ese propósito un sistema que genera con creciente frecuencia presidentes como Nixon, Reagan y W. Bush, cada vez con mayor poder destructivo y menos respeto por la soberanía de los pueblos?

La complejidad del mundo actual, no deja mucho margen a recuerdos que son relativamente recientes. La despedida de Carter, hoy miércoles, coincidió con noticias preocupantes del accidente nuclear desatado por el sismo y el tsunami de Japón, que continúan llegando y no pueden ni deben ser ignoradas, no solo por su importancia, sino también por la repercusión práctica y casi inmediata que se deriva de ellas para la economía mundial.

Hoy la agencia noticiosa AP informa desde Japón que:

“La crisis en la planta nuclear japonesa dañada por el tsunami se agravó el miércoles, luego que el agua de mar cercana mostró los niveles de radiación más elevados hasta el momento.”

“En Fukushima, la radiación filtrada ha penetrado en la tierra y el mar y se ha introducido en verduras, leche no pasteurizada e incluso el agua corriente hasta en Tokio, 220 kilómetros al sur.”

“En tanto, el emperador Akihito y la emperatriz Michiko visitaron durante una hora a un grupo de evacuados en Tokio.”

Reuters, por su parte, comunica desde Tokio que:

“Japón actualizó el miércoles sus estándares para planta de energía nuclear, el primer reconocimiento oficial de que sus normas eran insuficientes cuando un terremoto dañó una de sus instalaciones, desencadenando la peor crisis atómica desde Chernóbil en 1986.”

“El anuncio fue dado a conocer luego de que el Gobierno reconoció que no hay un final a la vista para la crisis y de que un salto en los niveles de yodo radiactivo en el agua de mar se sumaron a la evidencia de filtraciones en los reactores en torno al complejo y más allá.”

“Hallazgos de plutonio en el suelo de la planta elevaron la alarma pública sobre el accidente, que ha eclipsado el desastre humanitario ocasionado por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, que dejaron 27.500 muertos o desaparecidos.”

“Antes del desastre, los 55 reactores nucleares de Japón proveían cerca del 30 por ciento de la energía eléctrica del país. Se esperaba que el porcentaje subiera a un 50 por ciento para el 2030, entre los mayores del mundo.”

“Nuevas lecturas mostraron un salto en el yodo radiactivo a 3.355 veces el límite legal, indicó la agencia estatal de seguridad nuclear, aunque el organismo minimizó su impacto, diciendo que las personas habían abandonado el área y que se había detenido la actividad de pesca.”

“Cientos de ingenieros han luchado durante casi tres semanas por enfriar los reactores de la planta y evitar una catastrófica fusión de barras de energía, aunque la situación parece haber dejado atrás ese escenario de pesadilla.”

“Jesper Koll, director de investigación de valores de JPMorgan Securities en Tokio, dijo que una dilatada batalla para controlar la planta y frenar las fugas de radiactividad perpetuaría la incertidumbre y actuaría como un lastre para la economía.”

“‘El peor escenario posible es que ésto se alargue no por uno, dos o seis meses, sino por dos años, o indefinidamente’, declaró.”

“Un subproducto de reacciones atómicas que puede ser usado en bombas nucleares, el plutonio es altamente carcinógeno y una de las sustancias más peligrosas del planeta, indicaron expertos.”

Una tercera agencia, la DPA, desde Tokio señala que:

“Los técnicos japoneses siguen sin poder frenar la crisis nuclear casi tres semanas después de los accidentes en la planta atómica de Fukushima. El gobierno de Tokio empieza por ello a estudiar medidas extraordinarias para detener la emisión de radiactividad de las instalaciones.”

“La idea es cubrir los reactores con una especie de tejido. Las recientes altas mediciones de yodo 131 en el mar son un indicio de una creciente radiación. La organización ecologista Greenpeace advierte además de serios peligros para la salud de los habitantes tras mediciones propias.”

“Expertos consideran que el proceso para descartar definitivamente una posible fusión de núcleo puede tardar meses. Tepco ha prometido mejorar las condiciones laborales de los técnicos, cada vez más nerviosos y agotados.”

Mientras estos sucesos tienen lugar en Japón, el Presidente Bolivariano de Venezuela visita Argentina, Uruguay y se dirige a Bolivia, promoviendo acuerdos económicos y estrechando lazos con países de nuestro hemisferio decididos a ser independientes.

En la Universidad de La Plata, donde la tiranía promovida por Estados Unidos hizo desaparecer, entre muchos miles de argentinos, a más de 700 estudiantes ─de ellos 40 de la Escuela de Periodismo─, Chávez recibió el premio Rodolfo Walsh, en honor a uno de los heroicos periodistas revolucionarios asesinados.

Ya no solo es Cuba; son muchos los pueblos dispuestos a luchar hasta la muerte por su Patria.



Fidel Castro Ruz

Marzo 30 de 2011

6 y 51 p.m.



La Guerra Fascista de la OTAN


No había que ser adivino para saber lo que preví con rigurosa precisión en tres Reflexiones que publiqué en el sitio Web CubaDebate, entre el 21 de febrero y el 3 de marzo: “El plan de la OTAN es ocupar Libia”, “Danza macabra de cinismo”, y “La Guerra inevitable de la OTAN”.

Ni siquiera los líderes fascistas de Alemania e Italia fueron tan sumamente descarados a raíz de la Guerra Civil Española desatada en 1936, un episodio que muchos tal vez hayan recordado en estos días.

Han transcurrido desde entonces casi exactamente 75 años; pero nada que pueda parecerse a los cambios que han tenido lugar en 75 siglos, o si lo desean, en 75 milenios de la vida humana en nuestro planeta.

A veces parece que, quienes serenamente opinamos sobre estos temas, somos exagerados. Me atrevería a decir que más bien somos ingenuos cuando suponemos que todos debiéramos estar conscientes del engaño o la colosal ignorancia a que ha sido arrastrada la humanidad.

Existía en 1936 un intenso enfrentamiento entre dos sistemas y dos ideologías aproximadamente equiparadas en su poder militar.

Las armas entonces parecían de juguete comparadas con las actuales. La humanidad tenía garantizada la supervivencia, a pesar del poder destructivo y localmente mortífero de las mismas. Ciudades enteras, e incluso naciones, podían ser virtualmente arrasadas. Pero jamás los seres humanos, en su totalidad, podían ser varias veces exterminados por el estúpido y suicida poder desarrollado por las ciencias y las tecnologías actuales.

Partiendo de estas realidades, son bochornosas las noticias que se transmiten continuamente sobre el empleo de potentes cohetes dirigidos por láser, de total precisión; cazabombarderos que duplican la velocidad del sonido; potentes explosivos que hacen estallar metales endurecidos con uranio, cuyo efecto sobre los pobladores y sus descendientes perdura por tiempo indefinido.

Cuba expuso en la reunión de Ginebra su posición respecto al problema interno de Libia. Defendió sin vacilar la idea de una solución política al conflicto en ese país, y se opuso categóricamente a cualquier intervención militar extranjera.

En un mundo donde la alianza de Estados Unidos y las potencias capitalistas desarrolladas de Europa, se adueña cada vez más de los recursos y el fruto del trabajo de los pueblos, cualquier ciudadano honesto, sea cual fuere su posición ante el gobierno, se opondría a la intervención militar extranjera en su Patria.

Lo más absurdo de la situación actual es que antes de iniciarse la brutal guerra en el Norte de África, en otra región del mundo a casi 10 000 kilómetros de distancia, se había producido un accidente nuclear en uno de los puntos más densamente poblados del planeta tras un tsunami provocado por un terremoto de magnitud 9 que a un país laborioso como Japón ha costado ya casi 30 mil víctimas fatales. Tal accidente no habría podido producirse 75 años antes.

En Haití, un país pobre y subdesarrollado, un terremoto de apenas 7 grados en la escala de Richter ocasionó más de 300 mil muertos, incontables heridos y cientos de miles de lesionados.

Sin embargo, lo terriblemente trágico en Japón fue el accidente en la planta electronuclear de Fukushima, cuyas consecuencias están todavía por determinarse.

Citaré solo algunos titulares de las agencias noticiosas:

“ANSA.- La central nuclear de Fukushima 1 está difundiendo “radiaciones extremadamente fuertes, potencialmente letales”, dijo Gregory Jaczko, jefe de la Nuclear Regulatory Commission (NRC), el ente nuclear estadounidense.”

“EFE.- La amenaza nuclear por la crítica situación de una central en Japón tras el sismo, ha disparado las revisiones de la seguridad de las plantas atómicas en el mundo y ha llevado a algunos países a paralizar sus planes.”

“Reuters.- El devastador terremoto de Japón y la profundización de la crisis nuclear podría generar pérdidas de hasta 200.000 millones de dólares en su economía, pero el impacto global es difícil de evaluar por el momento.”

“EFE.- El deterioro de un reactor tras otro en la central de Fukushima siguió alimentando hoy el temor a un desastre nuclear en Japón, sin que los desesperados intentos para controlar una fuga radiactiva abrieran un resquicio a la esperanza.”

“AFP.- Emperador Akihito expresa preocupación por el carácter imprevisible de la crisis nuclear que golpea a Japón tras el sismo y el tsunami que mataron a miles de personas y dejaron a 500.000 sin hogar. Reportan nuevo terremoto en la región de Tokio.”

Hay despachos que hablan de temas más preocupantes todavía. Algunos mencionan la presencia de yodo radiactivo tóxico en el agua de Tokio, que duplica la cantidad tolerable que pueden consumir los niños más pequeños en la capital japonesa. Uno de los despachos habla que las reservas de agua embotellada se están agotando en Tokio, ciudad ubicada en una prefectura a más de 200 kilómetros de Fukushima.

Este conjunto de circunstancias determinan una situación dramática para nuestro mundo.

Puedo expresar mis puntos de vista sobre la guerra en Libia con entera libertad.

No comparto con el líder de ese país concepciones políticas o de carácter religioso. Soy marxista-leninista y martiano, como ya he expresado.

Veo a Libia como un miembro del Movimiento de Países No Alineados y un Estado soberano de los casi 200 de la Organización de Naciones Unidas.

Jamás un país grande o pequeño, en este caso de apenas 5 millones de habitantes, fue víctima de un ataque tan brutal por la fuerza aérea de una organización belicista que cuenta con miles de cazabombarderos, más de 100 submarinos, portaaviones nucleares, y suficiente arsenal para destruir numerosas veces el planeta. Tal situación jamás la conoció nuestra especie y no existía nada parecido hace 75 años cuando los bombarderos nazis atacaron objetivos en España.

Ahora, sin embargo, la desprestigiada y criminal OTAN escribirá una “bella” historieta sobre su “humanitario” bombardeo.

Si Gaddafi hace honor a las tradiciones de su pueblo y decide combatir, como ha prometido, hasta el último aliento junto a los libios que están enfrentando los peores bombardeos que jamás sufrió un país, hundirá en el fango de la ignominia a la OTAN y sus criminales proyectos.

Los pueblos respetan y creen en los hombres que saben cumplir el deber.

Hace más de 50 años, cuando Estados Unidos asesinó a más de cien cubanos con la explosión del mercante “La Coubre”, nuestro pueblo proclamó “Patria o Muerte”. Ha cumplido, y ha estado siempre dispuesto a cumplir su palabra.
“Quien intente apoderarse de Cuba -exclamó el más glorioso combatiente de nuestra historia- solo recogerá el polvo de su suelo anegado en sangre”.

Ruego se me excuse la franqueza con que abordo el tema.



Fidel Castro Ruz
Marzo 28 de 2011
8 y 14 p.m.


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