sábado, 11 de septiembre de 2010

11 de Septiembre Redefinió la Geopolítica Planetaria.



El 11 de septiembre de 2001, poco después de las 8:34 de la mañana, terminaba de ocurrir uno de esos excepcionales acontecimientos de la historia moderna que, con su sola manifestación, redefinen las coordenadas de la geopolítica planetaria posterior. Como las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Y lo hacen, para bien y para mal, metamorfoseando al temperamento completo de toda una época con sus convulsivas implicaciones.

Seis años después, podemos afirmar que todavía no culminan los efectos de la onda expansiva que el mal llamado “nuevo orden mundial” sufrió, como resultado de la demolición de las Torres Gemelas en la arrogante y cosmopolita ciudad de Nueva York . El estremecedor acontecimiento que cobró miles de víctimas, con su deflagración, trajo consigo el más rotundo desmentido categórico sobre el presunto carácter “progresista” de la época que había logrado instaurarse en el mundo de la globalización capitalista excluyente que padecemos, como un efecto directo de la caída del Muro de Berlín y la desintegración del “socialismo real” , realmente inexistente, pero que en el imaginario de la distorsionada y conservadora ideología occidental, había sido, durante largo tiempo -desde la Revolución de Octubre , cuando menos- el enemigo favorito de la reacción capitalista e imperialista mundial que creía ensoberbecida, a pie juntillas, haberse deshecho del “enemigo comunista” y que había festinado el año 2000, con bombo y platillos, la llegada de un nuevo “milenio americano” sin interferencias para los déspotas capitalistas.

Pero algo verdaderamente trascendental se salió de madre, para poner en tela de juicio, de manera por demás rotunda, el prefabricado cartabón al que los subalternos del mundo entero debían subordinarse, frente a la –hasta entonces- rotunda hegemonía norteamericana .

La arrogancia imperialista yanqui de gran potencia, aunque de insatisfechas pretensiones imperiales (que no es lo mismo), quedó confrontada con la hasta ese momento insospechada fragilidad de sus símbolos monumentales (las Torres y El Pentágono ), justo cuando el poder criminal de la Casa Blanca suponía su triunfo definitivo ante la más virtual que real desmaterialización última de su principal enemigo ( el “comunismo” ), al grado tal de no haber siquiera sospechado a los nuevos enemigos difusos que emergerían a la palestra internacional, para conformar un nuevo teatro de operaciones que, de nueva cuenta, se dibujaba para redefinir la geopolítica planetaria : el terrorismo .

La mayor ironía sobre la trama de esta historia todavía inconclusa, es que el nuevo enemigo difuso , el terrorismo global , no hubiera podido conformarse ni ser manufacturado, con tal capacidad operativa que los sorprendió en el corazón mismo de su ominoso poder, sin su auxilio y auspicio patrocinador.

El 11 de Septiembre, fue un golpe demoledor del nuevo terrorismo de Al Qaeda , al viejo terrorismo norteamericano que así como había fabricado antes, artificialmente, el fenómeno de Sadam Hussein como perro de presa pro yanqui en Medio Oriente para golpear a la Revolución Islámica del Ayatola Jomeini , durante la guerra de los 9 años entre Irak e Irán, debe advertirse que también había fabricado, simultáneamente a Osama Bin Laden , como un caudillo político-militar de la resistencia guerrillera en Afganistán contra el socialimperialismo de la hoy extinta URSS .

La trama real de esa sofisticada historia de criminales, incluso, permite documentar las probadas relaciones como socios económicos entre los padres, socios y amigos de antes, Salem Bin Laden –padre de Osama - y George Bush –progenitor del actual mandatario norteamericano- sin la cual no es posible comprender la radical enemistad entre las dos fichitas que son sus hijos que los imitan como una calca de papel carbón.

Se ha documentado, incluso, un estrecho vínculo financiero entre Sadam Hussein y Osama Bin Laden : ambos fueron, en su momento, patrocinados por los Estados Unidos para cumplir con su agenda política en Medio Oriente. El hilo de la madeja entre el ejecutado Sadam Hussein y el prófugo Bin Laden, que invariablemente remiten al Clan Bush , era el Banco de Crédito y Comercio Internacional (BCCI), organización criminal financiera off-shore , usualmente empleada por la mismísima CIA , Hussein , los Bin Laden y la familia Bush , incluso desde el gobierno de Ronald Reagan (1981-89) y con su consentimiento, un tiempo, por cierto, en que papá Bush era el halcón mayor de la CIA , para transferencias oscuras, depósitos y retiros secretos, lavado de dinero y especulación cambiaria o accionaria, siempre bajo la lógica de emplear sus recursos y utilidades a favor del Tío Sam , como en el escándalo Irán-Contras o la guerrilla mujaidin , a los que se avituallaba para labores insurgentes o contrainsurgentes dependiendo del punto de la geografía que se tratase.

De modo que las especulaciones sobre el presunto “autoatentado” del 11 de septiembre, nos parece correcto en el sentido de que fue perpetrado por quienes habían sido sus aliados favoritos de antemano y que rompieron, cuando la prioridad de sus respectivos intereses ya no resultó convergente.

El 11 de septiembre, así, terminó con la era de la seguridad y la hegemonía norteamericana que se creía sin opositores, e inició la era del pánico y la inseguridad, porque los propios gobernantes norteamericanos están inodados hasta el cuello en la génesis de un terrorismo que habían usado y que se les volteo en contra, con los resultados conocidos .

Así lo retrató Michael Moore en su Franheit 9/11 , por ejemplo, donde denuncia el desastre bajo su crítica feroz del régimen de Bush, intentando esclarecer todas las mentiras de la mafia a la que representa dentro y fuera de los EUA y los daños colaterales del ataque terrorista de sus ex amigos: la racista xenofobia ; la guerra criminal contra Irak; la regresión democrática en los EUA, como en el caso de la Ley Patriota , que legalizó el espionaje y la detención indefinida a sospechosos de ser “terroristas”, etc.

Indudablemente, el 11/S, cambió la geopolítica mundial, y todos los esfuerzos emancipadores del futuro, tendrán que considerar estas condiciones y sus complejas variables.






Los Mil Días de la Unidad Popular.



Se cumple en este mes de septiembre del 2006, el 37 aniversario de que por primera vez en la historia una fuerza política de izquierda llegara al gobierno por la vía de las elecciones; y al mismo tiempo se cumplen 34 años del derrocamiento de esa misma fuerza por la vía de las armas a manos de la CIA y el ejercito de Chile, marcándose de esa manera los históricos mil días de La Unidad Popular.

Después de tres intentos fallidos previos por ganar la presidencia de Chile, debido a fraudes, campañas de desprestigio y divisionismos de partido, Salvador Allende Gossens candidato por La Unidad Popular (coalición de los partidos Socialistas, Comunistas y Organizaciones Sociales Chilenos) logró finalmente en las elecciones presidenciales del año 1970 obtener los votos suficientes para alcanzar la primera magistratura de aquel país Sudamericano. El acontecimiento fue objeto de admiracion mundial por tratarse de un hecho inédito, era la primera vez en la historia que una fuerza política de izquierda que agrupaba a las principales corrientes anti-capitalistas triunfaba en las urnas contra el imperio del dinero sin que la derecha reaccionaria pudiera hacer nada. En otras partes de América y del resto del mundo, la izquierda siempre había tenido que desplazar a la oligarquía explotadora mediante la revolución armada, tal y como fue en los casos de Cuba y después en Viet Nam . Representó pues, el primer triunfo democrático auténtico del pueblo en el mundo.

Estos son algunos fragmentos del que fue su primer discurso: “La victoria alcanzada hoy por ustedes tiene una honda significación nacional. Desde aquí declaro, solemnemente, que respetaré los derechos de todos los chilenos. Pero también declaro y quiero que lo sepan definitivamente, que al llegar a La Moneda, y siendo el pueblo gobierno, cumpliremos el compromiso histórico que hemos contraído, de convertir en realidad el programa de Unidad Popular.

Para los que están el la pampa o en la estepa, para los que están en el litoral, para los que laboran en la precordillera, para la sencilla ama de casa, para el catedrático universitario, para el joven estudiante, el pequeño comerciante e industrial, para el hombre y la mujer de Chile, para el joven de la tierra nuestra, para todos ellos, el compromiso que yo contraigo ante mi conciencia y ante el pueblo –actor fundamental de esta victoria- es ser auténticamente leal en la tarea común y colectiva. Lo he dicho: mi único anhelo es ser para ustedes el compañero presidente.

En Washington, Richard Nixon ordeno evitar que Allende asumiera la presidencia, pero el comandante en jefe del Ejército de Chile, general Rene Schneider , quien había jurado lealtad al gobierno legítimamente electo de Allende se negó a obedecer. Ante su negativa Nixon lo mando asesinar. A pesar de todo, Allende tomó posesión de su cargo y empezó a aplicar su plan de gobierno, en el que figuraban como puntos primordiales la nacionalización del cobre chileno, la reforma agraria, congelación de los precios de las mercancías y aumento de los salarios de los trabajadores.

Desde el primer año los resultados fueron excelentes; creó empleos para el 20% de la población desempleada, la inflación no aumentó y la economía creció un 8%, pero la oligarquía en el poder encabezada por la ultraderechista Democracia Cristiana no se resignaba a ver perdidos sus privilegios por lo que organizó un plan de acciones para sabotear la economía y culpar a Allende . Durante los siguientes dos años dinamitaron puentes, cortaron vías férreas, destruyeron oleoductos y conspiraron con EE.UU. para sobornar a los altos mandos del ejército y organizar un golpe militar. Desafortunadamente tuvieron éxito e hicieron quebrar al país.

Nixon y su secretario de estado Henry Kissinger promovieron un boicot contra el gobierno de Allende mediante la negación de créditos externos a Chile y solicitaron el embargo del cobre chileno. El general rastrero al servicio de la CIA Augusto Pinochet con la ayuda de los Generales traidores a su patria Merino, Leight y Mendoza destituyeron al General Carlos Prats nuevo jefe de las fuerzas armadas y tomaron las ciudades el 11 de Septiembre de 1973. Cientos de miles de personas fueron encerradas en el Estadio Nacional.

Allende se refugio en el Palacio de La Moneda con un pequeño grupo de valientes para resistir el ataque de los tanques y la aviación que no tuvieron escrúpulos en aplicar toda su brutalidad al bombardear al presidente y a sus seguidores sin ninguna contemplación.

Estas fueron sus ultimas palabras transmitidas por Radio Magallanes a toda la población desde de su puesto de resistencia antes de caer: “Trabajadores de mi patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que solo fue un interprete de grandes anhelos de justicia, que empeño su palabra de que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el ultimo en que puedo dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: El capital extranjero, el imperialismo, unidos a la reacción, crearon el clima para que las fuerzas armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el General Schneider víctima del mismo sector que hoy estará en sus casas esperando, con mano ajena, reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.

Trabajadores de mi patria, tengan fe en Chile y en su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho mas temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor ¡Viva Chile! ¡Viva el Pueblo! ¡Vivan los Trabajadores!

Allende nunca volvió a ser visto con vida, el parte de guerra que recibió el fascista Pinochet solo decía lo siguiente: «Misión cumplida. Moneda tomada, presidente muerto» . Así terminó uno de los periodos mas grandiosos que ha vivido el pueblo chileno y que el mundo tuvo oportunidad de ver, el gobierno de los Mil días de la Unidad Popular , e inició una de las más feroces dictaduras que ha conocido nuestra historia durante los siguientes 17 años. Pero las cuestiones sociales y económicas que dieron sentido a Allende , como hombre de pensamiento político y utópico, están hoy vigentes con más fuerza que nunca. Hoy como ayer podemos decir con él: “El atraso, la ignorancia, el hambre de nuestras naciones y de todos los pueblos del tercer mundo, existen y persisten porque resulta lucrativo para unos cuantos privilegiados. Ha llegado el día de decir ¡Basta! ¡Basta a la explotación económica! ¡Basta a la desigualdad socia! ¡Basta a la opresión política!” .

Después de más de tres décadas, la izquierda gobierna nuevamente Chile, si de veras es izquierda, su obligación es hacer honor a la memoria de Allende y reivindicar su lucha.



El Otro 11 de Septiembre.



"El 11 de septiembre es la fecha de uno de los actos de perversión humana y de terrorismo mas atroces de la historia del mundo, uno de los actos que nadie podrá olvidar, un ataque directo a la libertad y autonomía de un país democrático, los aviones sabían a donde dirigirse y atacar cuando un pueblo inocente no tenia la menor idea de lo que iba a acontecer; al ataque de los aviones, el blanco humeante, el caos, la confusión, nadie sabia si era cierto o solo una pesadilla. El pueblo no podía más que observar el Palacio de La Moneda mientras se iba derrumbando entre fuego y explosiones. El 11 de septiembre de 1973 fue bombardeado el Palacio de la Moneda en Santiago de Chile, y asesinado el presidente chileno Salvador Allende por las fuerzas del fascista Augusto Pinochet con el apoyo total de los Estados Unidos. No dejemos que esta fecha se olvide y pregúntate ¿Quienes son los Terroristas?".




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