martes, 1 de junio de 2010

Abolir los privilegios fiscales.




La economía mexicana atraviesa por una de las peores crisis de su historia, la caída de la economía en 2009 hizo retroceder los niveles de vida diez años. Y ante el desastre actual, las medidas aplicadas por el gobierno de Calderón solo han protegido los intereses de unas cuantas empresas.
A fines del año pasado, el gobierno “inventó” que tenía un déficit presupuestal y que no había otra que subir impuestos y tarifas. Así el PRI y el PAN, tras un acuerdo secreto a cambio de favores políticos, dieron un duro golpe a la población subiendo impuestos y los precios de las gasolinas, la electricidad, el gas y el diesel…
Desde el gobierno de Luis Echeverría, las grandes empresas gozan de privilegios fiscales y ahora casi no pagan impuestos.
La recaudación fiscal en México es muy baja, en los últimos 20 años ha significado entre 10% y 11% del PIB. En otros países, incluso en vías en desarrollo, la recaudación supera el 15% y hasta 20%. Aquí, las exenciones o privilegios fiscales representan hasta el 5% del PIB. Incluso Calderón aceptó que las grandes empresas dejaron de pagar al fisco en 2008, 850 mil millones de pesos.

400 corporativos sólo pagaron 1.7% de impuestos.

Actualmente, 4,862 empresas aprovechan la consolidación y para efectos fiscales se integran en 422 grupos corporativos. En 2008, estas empresas pagaron por ISR individual y consolidado, y por el IETU, apenas el 1.78% de sus ingresos declarados en 2007.
La paradoja es que en México mientras las empresas generan entre 55 y 60% del ingreso nacional, su contribución de ISR ha sido de 2.6% del PIB (debería ser el doble). En cambio, los asalariados que aportan 25% del ingreso nacional, contribuyeron con 2.20%.
Los empresarios ricos acrecientan sus fortunas, sin que ello signifique beneficio alguno para las finanzas públicas.

De cada peso de impuestos, el gobierno les permite “diferir” dos pesos.

Según datos de la Bolsa Mexicana de Valores, en 2008, 29 grandes empresas y 6 instituciones bancarias, registraron ventas o ingresos por 2 billones 242 mil millones de pesos, y sólo pagaron impuestos por 69 mil 187 millones de pesos, apenas 3% de sus ingresos.
Sin embargo, los impuestos diferidos (no pagados) alcanzaron 143 mil millones de pesos; debido a la existencia de tratamientos fiscales especiales, por cada peso que estas empresas debieron entregar al fisco, la autoridad les permitió “diferir”, en promedio, 2.07 pesos.
Un ejemplo claro de estos beneficios, es el caso de la empresa CEMEX. En 2008 Hacienda le devolvió 23 mil 562 millones de pesos en créditos fiscales, lo que le permitió reportar utilidades por 2 mil 323 millones de pesos. En contraste, PEMEX, que tuvo ventas por 1 billón 328 mil 950 millones de Pesos y entregó al fisco 771 mil 701 millones de pesos, reportando pérdidas en su operación.

50 grandes empresas sólo pagaron 74 pesos de impuestos.

La Auditoría Superior de la Federación en la Revisión de la Cuenta Pública de 2005, concluyó lo siguiente: “Se detectaron 50 grandes contribuyentes, cuyos pagos individuales de ISR en 2005, deducidas las devoluciones, fueron menores a 74 pesos, esto debido a que las devoluciones efectuadas en el periodo 2001-2005, por 604 mil 300 millones de pesos, superaron en 216% al incremento en la inversión privada que fue de 279 mil 832 millones de pesos, lo que contradice la hipótesis de que una menor tributación (como en rigor implican las devoluciones), libera recursos a los particulares para incrementar la inversión en capital. Por ello se genera una situación de privilegio para unos cuantos contribuyentes que contraviene el principio de equidad fiscal”.
A ello habría que agregar la baja recuperación de la cartera de créditos fiscales. En 2005 apenas se pagaron 0.3% de esos créditos.

Propuesta:

Ante esta injusticia fiscal y social, el Movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador, presentó el 13 de octubre de 2009, una iniciativa de ley para Abolir los Privilegios Fiscales de las Grandes Empresas. Con esta propuesta se busca eliminar el Régimen de Consolidación Fiscal, gravar las operaciones en la Bolsa de Valores y limitar la deducciónes fiscales.
De manera adicional, se propone que el Congreso de la Unión tenga acceso a la información fiscal para conocer la realidad de los ingresos fiscales de la federación. Recordemos que Hacienda se niega a entregar los nombres y las cantidades de impuestos condonados a las empresas. El IFAI acaba de ordenarle revelar los nombres de las personas a quienes en 2007 canceló adeudos por más de 73 mil millones de pesos (que el aumento de 1% al IVA, sólo recaudará 30 mil millones de pesos este año).
Lo que se busca es que se respete la Constitución que establece el principio de justicia fiscal Nuestra propuesta es que paguen impuestos las grandes empresas. Que paguen más los que ganan más.




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